Subido en tu
trono, aún con aire de soberbia en tu cara .Cuando te quedan pocas horas para
que desaparezcas de mi vida.
Ahora que
estás débil y te fallan las fuerzas, que apenas puedes hacerme daño.
Quiero
decirte cuatro cosas en esta carta.
Cuando apareciste
en mi vida el 1 de Enero, puse mis expectativas en ti .Pensé este es mi año. 2020
capicúa.
Este va a ser
seguro este va a ser.
Al principio
de conocernos todo iba ir bien demostraste que podía confiar en ti.
No quise ver
lo que llegaba a mis oídos que eras un poco falso prepotente, lleno de
orgullo.
Hasta
primeros de Marzo todo fue bien, ya a mediados se empezó a torcer.
Me hiciste
quedarme en casa, solamente salía para lo esencial.
Atada en la
cama pero con todos los medios de comunicación abiertos.
Torciste mis
muñecas con saña me revelaba pero era imposible tu soberbia no tenia fin
Hasta mayo no
pude quitarme las cadenas.
Empecé a
salir con el tiempo contado.
Hice
autodefinidos como nunca en mi vida, jugué a las cartas, pinté en libros de colorear
para adultos.
También sufrí
de angustia y tristeza.
Los libros se
pegaron unas hojas con otras, imposible abrirlos, los bolígrafos se secaron los lapiceros se
quedaron sin minas.
Sentí que me
robabas algo íntimo mi derecho hacer lo que quisiera.
Nunca he
soñado tanto despierta, ni he viajado tan lejos.
Sabes que te
digo, que espero no conocer a otro como tú.
Indeseable, prepotente,
que te den.